Teponaztli
Uno de los ejercicios de este semestre
fue elegir instrumentos de las colecciones de instrumentos musicales que
visitamos e indagar un poco acerca de ellos. Elegí un teponaztli de la colección de la Comisión Nacional para el
Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) y otro del Centro Nacional de
Documentación Información Musical Carlos Chávez (Cenidim).
El teponaztli
procedente de la colección de la CDI es un instrumento que fue adquirido de una
comunidad indígena. Su función dentro de la colección es de investigación.
Fig.1
Teponaztli de la colección de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los
Pueblos Indígenas (CDI)
Mientras tanto, el teponaztli del Cenidim es un instrumento
que adquiera valor al haber sido utilizado durante el estreno se Sinfonía India
de Carlos Chávez el 23 de enero de 1936.[1]
Fig.
2. Teponaztli perteneciente a la colección del Cenidim utilizado en el estreno
de Sinfonía India de Carlos Chávez.
Los instrumentos prehispánicos
El estudio de la música precolombina
está limitado por diversos factores, desde la fiabilidad de las fuentes primarias
(crónicas) hasta la escases de ejemplares arqueológicos.[2]
Debido a esto se ha optado por distintas metodologías para indagar acerca de
estas producciones ancestrales teniendo muchas veces que realizar suposiciones.
Primeramente es importante mencionar
que la música precolombina puede dividirse en dos tradiciones: la andina y la
mesoamericana, a pesar de que en cada zona geográfica respectiva los modelos
sónicos se permean de unas culturas a
otras.[3] El teponaztli, instrumento de interés en
este post, pertenece al área mesoamericana.
¿Qué es
el teponaztli?
El teponaztli,
o teponaztle como se le conoce en
algunas regiones, es un instrumento idiófono de percusión de origen
precolombino del área mesoamericana. Se fabrican a partir de troncos de árboles
y con una incisión en forma de H dispuesta en forma paralela que forma dos
lengüetas.[4],[5]
Fig3.
Teponaztli.[6]
Su significación
De acuerdo con el mito prehispánico el
teponaztli y el huehuetl, como principales instrumentos musicales, en tiempos
remotos habían tenido una existencia como dioses menores y tras su caída en la
Tierra se convirtieron en lo que son, por lo tanto conservaban su condición de
ídolos, de intermediarios con las divinidades. Es por esto que se les tallaba,
y aún se les talla, con formas zoomórficas, e incluso se les escribía frases.[7]
En el caso de los instrumentos en
cuestión, tanto el teponaztli de la
CDI como el del Cenidim están tallados con formas zoomorfas y antropomorfas
aunque, considero, por distintas razones. Mientras que en el primer caso puede
deberse a cuestiones tradicionales, en el segundo podría ser más por imitación,
ya que no se fabricó para un contexto ritual sino por sus características
sonoras.
En cuanto a su terminología
Como es bien sabido el náhuatl actual
cuenta con distintos dialectos de acuerdo con la región en la que se hable, de
ahí que la terminología pueda variar.[8] Esto
genera como resultante que algunas personas denominen a este ideófono teponaztle y otros teponaztli. Considero por lo tanto que, en su contexto actual ambos
términos tendrían que ser correctos pues el lenguaje es dinámico y por lo tanto
incluyente.
Entrevista
con Jaime Estrada, constructor de instrumentos de origen prehispánico y jefe del calpulli Ocelotl Altepeyolotli de Tepetlixpa,
Estado de México. 10/ septiembre/ 2014.
Sin embargo, podría ser también válido
restringir el término partiendo del denominado náhuatl clásico. Con todo,
algunos especialistas hacen una diferenciación siendo teponaztli es singular
mientras que teponaztle es el plural.[9]
Por otro lado, es importante mencionar
que los autores de las crónicas aconsejaban la conservación de la palabra náhuatl
para citar estos instrumentos. Esta cuestión iba más allá de la terminología,
lo importante era transmitir la idea de su distinta tímbrica, en relación con lo
que estaban acostumbrados pues comprendían que el castellano de esa época no
contaba con un vocabulario que permitiera entender las nuevas formas
organológicas descubiertas.[10]
Características sonoras
De acuerdo con los cronistas, la
sonoridad de los teponaztli evocaba
melancolía, la calificaban de “mala gracia” e incluso de “espantosa”. Es
importante reconocer que estos juicios valorativos están determinados por el
contexto de los que los emiten, una mirada condicionada al sentir europeo de
aquella época. Por otro lado, el la opinión de un descendiente mexica, Alva
Ixtlixochitl, es totalmente distinta. Afirma que “[…] era el mejor de toda la
tierra, que cuando le tocaba, se oía dos y tres lenguas, cuyo sonido era de
mucha suavidad y melodía”.[11]
El
teponazlti participaba en los cantos y las danzas de la comunidad, es decir
que participaba en la producción artística de la música.[12]
Lamentablemente, como se mencionó anteriormente, se desconoce la estética
musical de las culturas mesoamericanas.
Sonido de teponaztli a mitad de proceso de construcción.
Afinación
Algunas fuentes afirman que el teponaztli y otros instrumentos, están
afinados a fin de producir distintos efectos musicales en cuanto a matices,
modulaciones a partir de controlar las tesituras de los vientos. Estas fuentes
proponen, a partir del estudio de restos arqueológicos, que las dos lengüetas
están afinadas en intervalos de 5ª perfecta, 4ª justa, 3ª mayor, 3ª menor y 2ª
menor.[13]
Por otro lado, los teponaztli actuales, según sus propios
constructores,[14]
no están afinados pues su función, más que generar una melodía, es marcar el
ritmo en algunas danzas o bien, utilizarlo como acompañamiento en algunos grupos
de de música contemporánea con inspiración prehispánica.
Su manufactura
La fabricación de un teponaztli consistía en el vaciado de un
tronco de árbol que se escogía a partir de las cualidades acústicas de la
madera.[15]
Actualmente el procedimiento es parecido sin embargo, se utilizan distintas
herramientas y existen diversas técnicas.[16]
La dificultad que enfrentaban los
talladores prehispánicos era la de dar el tono deseado al instrumento. El
proceso de ahuecado pudo haberse conseguido mediante el fuego y talla con
navajas de obsidiana.
Entrevista con Jaime Estrada sobre la
construcción de instrumentos como el huehuetl
y el teponaztli.
Por otro lado cabe mencionar que no
existía un tamaño estándar, había algunos instrumentos más grandes y otros más
pequeños. Aunado a esto, es interesante el hecho de que el número de lengüetas
también era variable. Sahagún menciona un teponazlti
de una sola lengüeta mientras que Durán menciona uno de cuatro o cinco. Con
todo, la falta de ejemplares conservados pone en entredicho la existencia de
este tipo de artefactos.[17]
Ejemplo de esto son los instrumentos del CDI y del Cenidim
pues presentan diferencias tanto en la calidad de su talla como en la elección
de la maderas y cuentan con dimensiones distintas. Esto se debe probablemente
al uso, mientras que el de la CDI tendría que ser transportable para los
rituales, el del Cenidim se ocuparía en ciertas ocasiones en una sala de
conciertos.
Figs. 4 y 5 Teponaztli a mitad de proceso de construcción.[18]
En otras cuestiones, es digno de
atención conocer el hecho de que se fabricaron también teponaztli de piedra cuya función parecía ser más bien icónica que
musical.[19]
Uso actual
Actualmente el teponaztli se sigue
utilizando de muy distintas maneras. Mientras que algunas comunidades conservan
instrumentos antiguos y los utilizan en ritos de distinta naturaleza, otras
personas los utilizan para nuevas propuestas musicales de inspiración
precolombina. Al mismo tiempo grupos de danza les dan un uso simbólico.
Fig.6. Teponaztli actual que se utiliza
para danza mexica.[20]
Por último pero no menos importante
está el uso que se le da a los teponaztli
como objetos de estudio, como es el caso del los instrumentos de la CDI o de la
colección del Cenidim, o bien como objetos de exhibición, un ejemplo de esto
sería también el teponaztli del Cenidim
que recientemente fue expuesto en el estreno de la primer ópera contemporánea
en náhuatl Xochicuicatl cuecuechtli.
[1]
Cedulario de la exposición realizada durante el estreno de la primera ópera
contemporánea en lengua náhuatl Xochicuicatl cuecuechtli.
[2]
Martínez Miura, Enrique. La música precolombina. Un debate cultural después de
1492. Ediciones Paidós Ibérica, S.A., Barcelona 2004.Passim introducción.
[3]
Martínez Miura Op. cit.
[4]
Ce-Acatl. Revista de la Cultura de Anáhuac. Número 5. La cultura y las artes.
Flor y canto. La música del AnÁhuac. Veintena del recogimiento. Enero/febrero
de 1991. P8.
[5]
Martínez Miura Op. cit. P.116.
[6]
Imagen tomada de: Ce-Acatl. Revista de la Cultura de Anáhuac. Número 5. La
cultura y las artes. Flor y canto. La música del AnÁhuac. Veintena del recogimiento.
Enero/febrero de 1991.
[7]
Martínez Miura Op. cit.
[8]
Comunicación personal: Aniko Becerra Pérez. Pasante de la lincenciatura en
Letras y Literaturas Hispánicas. 26 de septiembre de 2014.
[9]
Comunicación personal: Gustavo Mauleón. Musicólogo.
[10] Martínez Miura Op. cit. Pp. 112, 113.
[13]
Ce-Acatl. Revista de la Cultura de Anáhuac. Número 5. La cultura y las artes.
Flor y canto. La música del AnÁhuac. Veintena del recogimiento. Enero/febrero
de 1991. P9
[14]
Comunicación personal: Jaime Estrada, jefe del calpulli Ocelotl Altepeyolotli
de Tepetlixpa, Estado de México. 10/ septiembre/ 2014.
[15]
Martínez Miura Op. cit. P118.
[16]
Comunicación personal: Jaime Estrada, jefe del calpulli Ocelotl Altepeyolotli
de Tepetlixpa, Estado de México. 10/ septiembre/ 2014.
[17]
Martínez Miura Op. cit. P 120.
[18] Constructor:
Jaime Estrada, jefe del calpulli Ocelotl Altepeyolotli de Tepetlixpa,
Estado de México
[19]
Martínez Miura Op. cit. P 120.
[20]
Constructor: Jaime Estrada, jefe del
calpulli Ocelotl Altepeyolotli de Tepetlixpa, Estado de México.
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